De joven sentí el llamado a servir estudiando por qué y para qué nos enfermamos y comprendí que la enfermedad es una oportunidad de aprendizaje, una llamada de alerta para solucionar lo que no es saludable para el cuerpo ni para el alma.
Al conocer mis propios miedos y debilidades, enfrentarlos y modificar las conductas que no contribuían a mi evolución, se me definió la manera de tratar holísticamente la enfermedad de los otros. Comprendí, entre otras cosas, que la recuperación de una persona es mucho más que suprimir el dolor; que las relaciones nocivas, la alimentación inadecuada, el miedo y los pensamientos negativos, son los verdaderos enemigos de nuestra salud; y que la fe es el mejor vehículo para recuperarla. La fe en Dios, en una religión, en el universo, en algo o en uno mismo. Creer que es posible sanarte y que te lo mereces es clave.
Mi propósito y compromiso, así como el de quienes trabajan conmigo, es dar lo mejor de nosotros para tu sanación, entregando una atención cercana, de calidad y centrada en ti
Un abrazo,
Juan Carlos Sánchez